top of page

1 CORINTOS 1:10-11 LAS DIVISIONES


"Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer."


El tema de las divisiones se concentra a partir de este versículo 10 y hasta el 4:21. Observemos que el Señor Jesucristo está mencionado nuevamente en este versículo. Realmente, esta carta enfatiza el Señorío de Cristo. En nuestros días oímos bastantes afirmaciones sobre Su Señorío, pero en la vida práctica, vemos muy poco. Por tal motivo, las iglesias y los creyentes a nivel individual tienen graves problemas. No es suficiente hablar sobre el Señorío de Cristo. Hay ciertas preguntas que no podemos eludir: ¿Es Él su Señor? ¿Le ha hecho usted su Señor y Maestro?


El “hablar todos la misma cosa” no significa, por supuesto, que cada uno deba expresarse con las mismas palabras. Significa que los creyentes no deben enzarzarse en discusiones, riñas, dando lugar al resentimiento.


Cuando dice divisiones, indica que no debía haber una separación cismática. Esa palabra sugiere que no debía haber fracturas en la iglesia, que ella no debía sufrir rupturas, causadas por las conductas que acabamos de mencionar. Allí existía esa chismografía continua, la crítica sin fin, el odio y la amargura, tal como puede verse en la actualidad en algunos sectores. Desde luego, estas actitudes no pueden estar presentes en nuestra vida si nos consideramos asociados a Jesucristo. Ahora, ¿qué es eso de una misma mente? Bueno, es la mente de Cristo, que podemos ver descrita en Filipenses 2:5-8. Una vinculación con Cristo exige, por la obra del Espíritu Santo vivir en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.


11 "Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas."


La palabra para contenciones es eris. Ahora Eris era la diosa de las contiendas, las disputas. Y ése era el ambiente reinante en esa congregación. Pablo recibió la información de primera mano y mencionó sus fuentes, es decir, los de la familia de Cloé. Estimado oyente, si usted tiene que hacer alguna acusación, tiene que respaldarla con su nombre.

Ahora, en este versículo tenemos a Cloé. Y admiramos a Cloé, porque dijo en Corinto lo que estaba pasando y lo hizo público diciendo: “Hay problemas en esta iglesia y es necesario hacerle frente a la situación.” Es como cuando el médico tiene que tratar una grave enfermedad. Para evitar que se extiende por el organismo, actuará con la máxima celeridad, sin recurrir a la ocultación o el disimulo para evitar alarmar ni inquietar a nadie.


De otra manera el mal se propaga por el cuerpo y ya no tendrá remedio. Y así sucede también en la iglesia que, por cierto es comparada en la carta del apóstol Pablo a los Efesios como un cuerpo, como un organismo. El problema en aquella iglesia de Corinto era que tenía un grupo numeroso de nuevos cristianos quienes, por encontrarse en su primera fase de crecimiento, no habían alcanzado aún la madurez y podrían haberse comparado con niños, que son los que más lloran, se quejan y protestan.



Comments


déjame un mensaje para saber que piensas

Gracias por visitarnos

bottom of page