top of page

CRISTO ANULÓ EL ACTA DE NUESTROS PECADOS

"anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz"

Colosenses 2:14




Tratemos de pensar que podría existir un registro de cada uno de nuestros pecados escritos en un libro. Todas las cosas desde nuestra tierna infancia están escritas allí hasta hoy. Allí están los actos inmorales que hemos cometido aquellos pecados secretos, que nadie sabe, pero este registro no solo contiene los pecados externos sino que tiene escrito aquellos pecados de la mente, aquellas motivaciones pecaminosas que hemos tenido, aquellos deseos o anhelos impuros del corazón, esas codicias, lujurias, odios y homicidios mentales.


Supongamos que este libro tiene tu nombre en la tapa y que frente a cada pecado está el castigo correspondiente expresado también en palabras. Un castigo por pecado. Pero ahora reflexionemos en algo más grave, que ese libro lo ha escrito Dios quien es tres veces Santo, que todo conoce, que su registro es perfecto, que su edicto es verdadero. Un libro en el cual se escribió hasta lo que ya hemos olvidado pero que nos sonrojaría el hecho mismo de leerlo. ¿Qué pensarías si exactamente eso es lo que ocurre?


Dios es justo y nuestra condición se empeora porque pecamos contra el mismo Dios que lleva el santo registro. Ahora entendemos el versículo que menciona: "acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria". Esta Acta en todos sus puntos, es contraria a nosotros. Cada punto, cada renglón, cada párrafo nos desaprueba. ¿Podemos pensar en algo más contrario que llevar con uno la maldición de Dios encima?


Pero cuando la Biblia afirma: "anulando el acta de los decretos" nos muestra compasión y perdón. Esa acta fue anulada para aquellos que creen en Cristo como su Dios y Salvador perfecto. Esa acta es dejada sin efecto, es cancelada. Si ese registro contenía cada una de las razones de la maldición divina, es anulada, borrada. Esta acta contraria en todos sus puntos, queda deshecha. Pero, ¿Cómo un Dios justo ha podido anular un acta justa contra nosotros? La respuesta es que la cobró, la hizo efectiva en nuestro Sustituto y de esa manera la anuló para nosotros con el sacrificio de Cristo. El texto no solo afirma que Dios quitó de en medio esta acta sino que la clavó en la cruz.

El acta fue clavada con Cristo en la cruz. Esa acta fue amarrada al bendito cuerpo de nuestro Señor, y Él fue ajusticiado por ella. Cada punto en que erramos, cada asunto que era contrario a nosotros, cada maldición que Dios le amarró a cada transgresión de su ley, fue amarrada a Cristo y Él recibió lo que el pecador debía recibir. Casi que podemos escuchar la sentencia del Padre, leyendo el acta al Hijo Santo cuando Él estaba en la cruz. Punto a punto, suciedad tras suciedad, cada cosas le fue atribuida al Señor. Él fue hecho maldición para que los creyentes pudieran ser recibidos como hijos. Su divina y bendita sangre fue derramada para el perdón de nuestros pecados, su sacrificio nos purifica y nos lava de nuestra inmundicia por medio de nuestra fe Él no necesitamos hacer nada más, que confiar, ser humildes y agradecidos con Cristo quien pago todas nuestras deudas espirituales.


Hoy no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, aquellos que han venido arrepentidos de sus pecados a Él y creyendo solo en su justicia y todo esto porque Él anuló el acta que nos era contraria. Bendito y tres veces Santo nuestro amado Dios, que reciba toda la gloria, honra, alabanza, amor y fe por toda la eternidad.

Kommentare


déjame un mensaje para saber que piensas

Gracias por visitarnos

bottom of page